Colombeia

arrivé d'ebranIer Les Colonies Espagnoles, de Les rendre á La liberté. 10 á 12 ni ¡lie hommes de troupes sont maintenant á St. Domingue on peut aisement y Lever aussi que dans nos autres Colonies un Corp de 8 á 10 mille braves mulatres Notre eseadre en station est tres forte, et rien ne seroit plus facile que de tirer des Etats Unis un grand nombre de braves soldats qiú soupirent apres cette révolution. Vous seul me paraissez en etat de la diriger. Votre nom & vos talens m'en garantisseront Le succés. J'ai expresé mes vues á tous les Ministres. lis en ont senti les avantages. lia consentirent á vous donner Le gouvernement vacant de St. Domigue á l'ombre duquel vous pourriez operer ceüe révolution. Une seule consideration Les a arretés, C'est L'atacliement bien merité que vous a voué Dumouriez. On craignoit qu'il ne voulut pas se detacher de vous, & vous laisser parlir. J'ai écrit á Dumouriez. Je savois combien il avoit jadis á coeur cette révolution de Nouveau Monde. J'esperois qu'il y donneroit íes mains, qu'il me reponderoit, mais je n'ai vu aucune reponse. Je n'ai qu'une mot á vous diré. Le succés de cette affaire depend de vous & de Lui, qu'il congenie & vous partez. Voyez le done ou ecrivez lui. Le moment est beau, si on le laisse passer peut etre ne reviendratil plus. Ecrivez moi deux lignes á ce sujet, ainsi que Mr. Boisguyon, et croiez á l'estime profonde que je vous ai vouée. J. P. Brissot. Député N° 1 rué Gretey.
llegado el momento de agitar las colonias españolas y hacerles recobrar la Libertad. Diez a doce mil hombres de tropa están ahora en Santo Domingo; podemos fácilmente conseguir en nuestras otras colonias de ocho a diez mil valientes mulatos. Nuestra escuadra estacionada allí es muy fuerte, y nada sería más fácil que conseguir de los Estados Unidos un gran número de valientes soldados que suspiran por esta Revolución. Me parece que V. solo es capaz de dirigirla. Su nombre y su talento me garantizan el éxito. He participado mi opinión a todos los ministros. Se han dado cuenta de las ventajas y están dispuestos a dar a V. el gobierno vacante de Santo Domingo, desde donde V. podría efectuar esta revolución. Un sola consideración les detiene, y es el afecto bien merecido que tiene Dumouriez por V. Tememos que él no quiera desprenderse de V. y dejarlo ir. He escrito a Dumouriez. Yo sabía cuánto le había interesado esta revolución en el Nuevo Mundo, y esperaba que me apoyaría, que me respondería, mas no he obtenido ninguna respuesta. No tengo que decirle sino una cosa: el éxito de este asunto depende de V. y de él. Que él consienta y V. parte. Véalo pues o escríbale. El momento es oportuno, y si lo dejamos pasar, quizás no vuelva más. Escríbame dos líneas respecto a este asunto, como también sobre Boisguyon, y crea en la profunda estima que le profeso, J.P. Brissot Diputado Nº 1 Rue Gretey