Caracas, julio 2 de 1812.
Mi general, amigo y señor: Con fecha de 30 del pasado me dice Vd. Que Patrullo viene á Caracas bajo de mi fianza. Por mi mismo ningún conocimiento tengo de este sujeto, pues ni de vista le conocía, hasta que cumpliendo con la prevención que Vd. Me hizo, le ñamé para tratar los asuntos de comercio. En las conferencias que he tenido con él, con este motivo, ha manifestado los mejores sentimientos y deseos en beneficios de este país. La opinión y concepto general de los hijos del país sensatos que aman verdaderamente la prosperidad y felicidad de él, es que Patrullo es uno de los patriotas que se ha distinguido de muchos modos. Pocos momentos antes de recibir la orden para marchar á ese cuartel general, le pedí ocho mil pesos en metálico para despachar á Du Caylá y Delpech, con el fin de no tocar el poco de las cajas. Francamente me ofreció dos mil por su parte y agenciar el resto, lo que no se verificó por su repentina marcha.
Tengo por cierto que los informes contrarios que le hayan hecho desmerecer en el concepto de Vd. Son hijos de pasiones bajas. Con todo yo no puedo comprometerme á semejante responsabilidad y si su venida y permanencia es precisamente con esta condición, disponga Vd. Lo que tenga por más conveniente.
Es de Vd. Amigo afectísimo
Q. B. S. M.
De León.