Documentos 1811-1816

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Caracas, 23 de mayo de 1812. Mi amado general: Aquí estoy agitando con Duran, de cuantos modos me ha sido posible, la remisión de monturas para el ejército, y juzgo que dentro de tres días, irán más de cien, no obstante que el número que ha de enviarse, deberá ser bastante considerable, en razón de las diligencias que se hacen para obtenerlas, pues se ha puesto á trabajar á todos los talabarteros, y además se ha oficiado á los tenientes de los pueblos para la requisición de ellas. Yo no pierdo un momento en todo cuando pueda propender á la salud del ejército, lío deje Vd. De decirme algo sobre el proyecto de continuar el periódico. A mí me parece de suma importancia un papel que fije la opinión de las operaciones del ejército, y que presente los hechos con verdad y energía. Aquí hay mil cálculos sobre la entrevista de Vd. Con los Poderes, y el ejemplo de Loynas ha hecho bastante impresión; sus amigos hablan pasito; pero los demás se han alegrado de que así se establezca la subordinación y el orden. No he hablado ha Vd. De la insurrección que se temió el domingo de Pascua, porque el suceso no fue de consideración, y sólo el efecto del patriotismo de estos habitantes que está bastantemente excitado después de la nominación de Vd. Y de los esfuerzos que hago casi diariamente en los cantones para acabar con el fanatismo que los tenía acobardados. No hubo nada más que un papel que se encontró á un isleño en que le decían que debían reunirse, y esto produjo el alarma general, yo conduje algunos al gobierno precautelativamente. El gobernador militar tomo providencias bastante activas, y todo estaba tranquilo á las diez de la noche. Este hecho produjo el buen efecto de que el gobierno hizo venir al arzobispo á este cantón de Capuchinos, arrancándole de aquella guarida en que se había hecho fuerte. Mi general, no olvide Vd. Este clero; el nos ha hecho la guerra y es preciso quitarle todos los medios de hacer mal. La remoción de todos los curas que no tengan patriotismo me parece necesaria, y por los pueblos de Acumare, Cua, Yare, etc., han hecho algunos niales que han tratado de repararse aquí pero la reforma me parece debe ser general. En fin en esto como en todo, Vd. Obrará con su sabiduría acostumbrada. Se trabaja activamente en acuñar moneda de plata y cobre para proveer al ejército y demás ocurrencias. Procure Vd. Que se le envíe á la mayor brevedad, pues yo he opinado que toda cuanta salga se envíe á él para animar á la tropa. Adiós, mi amado general, cuente Vd. Con que todos cuantos momentos existo, los sacrfico al servicio de la patria, y solo espero que Vd. Me ordene lo que tenga á bien. De Vd. Afectísimo amigo y compatriota que le estima cordialmente: V. Salías.