Caracas, 14 de junio de 1812.
Mi general: El ciudadano Cámara, que es el portador de esta, informará á Vd. Exactamente de las circunstancias críticas en que se encuentra este país. Repito á Vd. Lo que le tengo dicho tantas ocasiones: expurgar esta ciudad de enemigos interiores, vale más que batir tres á cuatro mil Corianos; ahora añado que las facciones toman cada día un carácter más serio y es preciso confesar que nos hallamos en esta alternativa : ó el general Miranda y los verdaderos amigos de la libertad colombiana somos derrotados prontamente y del modo más ignominioso, ó ellos triunfan para siempre de los intrigantes y perversos.
Ahora es, mi general, cuando la patria exige de Vd. Un golpe de energía que restituya la paz y tranquilidad doméstica, para que la revolución pueda progresar rápida y felizmente: cual sea éste, se lo aconsejan la prudencia de Vd. Y el profundo conocimiento que Vd. Tiene de lo que son los hombres y de lo que son capaces cuando los conduce la pasión y el capricho; sólo puedo decirle que si hoy puede operarse un trastorno sin mucho miedo, mañana será necesario mover grandes resortes y últimamente sería aventurado el éxito; en una palabra, mi general, cualquiera que sea la medida que Vd. Adopte, es indispensable tener presente que los paliativos nos han perdido.
Tengo el honor de ser con la mayor consideración:
Su atento servidor
Q. B. S. M.
Pedro Gual.