Documentos 1811-1816

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Cuartel general de Maracay, 16 de mayo de 1812. Estimadísimo amigo mío: Veo con satisfacción que ese gobierno y el de Caracas camina sobre buenos principios, que en el día están reducidos á formar por cuantos medios sean posibles un ejército bien organizado que establezca nuestra libertad en todo el territorio de Venezuela; para lograr esto es necesario poner en planta todos los recursos de que es capaz un gobierno activo en un país en que existen, y en donde sólo tenemos el dolor de verlos desorganizados. Puesto que nuestro grande y único objeto es formar un ejército, es necesario que los principios y sistema del gobierno sean análogos y dirigidos á él; es preciso que todos los ramos de la administración cooperen á ello principalmente, y en una palabra, es preciso que el gobierno mismo, en su economía y en su forma tome el carácter militar que le dan las circunstancias. Parece que Vd., conociendo estas razones creyeron que era indispensable nombrar un poder militar con facultades extraordinarias, las mismas que la gravedad de los peligros en que nos bailamos separaron del Congreso el 4 de abril, pero Vd. Me permitirá que le haga presente que este grande é ilimitado poder militar no podría obrar con acierto si no caminasen de acuerdo con él y con una gran unidad y armonía, todas las demás providencias políticas del gobierno. Las relaciones exteriores, las interiores entre las provincias, administración de rentas públicas, y todos los demás ramos de economía política, justicia, etc., deben tener un íntimo enlace y conexión con el poder militar. Por consiguiente yo juzgo oportuno observar á Vd. Que las nominaciones, que me dicen se han hecho por ese gobierno par ir á las Antillas, pueden, si son dirigidas por estos principios, y si antes no se me oye á mí sobre ellas y sobre las instrucciones con que deben marchar, destruir todo cuando bueno se haya hecho, á lo menos no producir todos los buenos efectos, que pueden y deben esperarse de este paso. Desearía que este fuese uno de los puntos principales que se tratasen en la conferencia para que he invitado á ese gobierno, al de Caracas y á la Cámara legislativa y que no se procediese á nada en estas materias hasta este caso. Deseo vivamente se verifique cuanto antes esta conferencia sobre lo cual escribo de oficio, para que el lugar sea San Mateo á más bien este cuartel general, pues mi presencia aquí es importantísima y peligrosa la separación; en este último caso podríamos reunimos en la casa de D. Antonio León, donde habría tranquilidad y desahogo, y yo estaría al alcance de las principales atenciones que ahora me ocupan. Celebraré mucho lo pase Vd. Bien y mande á su affmo. Miranda.