Caracas, 5 de julio, de 1812.
Mi venerado general: Es en mi poder la de Vd. De cuatro del corriente y no puedo menos que hacer presente en su vista que cumpliré con todo lo que se me previene, que pasado mañana me vuelvo y que sólo á la vista puedo manifestar verbalmente todo lo pasado. Los Poderes estaban en un laberinto y cuando me vieron llegar unos decían que los iban á llevar presos y otros que venían en comisión. El delito acusa á todos y no hay necesidad sino de que siga un gobierno enérgico.
Pasado mañana de madrugada parto para el cuartel general y tendrá el gusto de ponerse á sus órdenes este su súbito, quedando sujeta Caracas como se previno.
Es de Vd. Con todo afecto su amigo S. S. que ruega por su conservación para la libertad de la patria:
Juan Paz del Castillo.
P. D.— Mañana voy á despachar dos comisionados, uno para la costa y otro á Ocumare, para impedir las persuaciones de algunos seductores.