Guigüe, 28 de mayo 1812,
á las 6 de la tarde.
Mi general:
Los dos ayudantes de campo que ha tenido V. E. la bondad de enviarme han entrado en este pueblo el mismo tiempo que yo y la tropa que había podido de embarcar en la lancha y las dos pequeñas piraguas. Hemos desembarcado según las órdenes de V. E. en el puerto de Yuma, donde he recibido la noticia de que las tropas que se habían retirado hasta Magdaleno habían ya vuelto á Portachuelo y sin ninguna dificultad habían recobrado dicho puesto, del que no llegó á apoderarse el enemigo. Yo hubiera continuado mi marcha sin detenerme en este punto, si las tropas de mi mando hubiesen recibido víveres durante su marcha; pero desde anoche no han tomado nada. Esto no hubiera sido sin embargo un obstáculo, si yo supiese de una manera positiva que está asegurado Portachuelo.
Doy á V. E., mi general, las más expresivas gracias por la confianza que se digna concederme. Si mi celo y el deseo de hacer todo lo que pueda sea útil al bien del servicio, á la felicidad de mi patria y á la gloria de nuestras armas pueden reemplazar el lugar del mérito, cuente V. E. con mi exactitud, vigilancia y actividad.
Tendré el honor de escribir á V. E. tan pronto como llegue á Portachuelo.
Soy de V. E., pi general, con el mayor respeto affmo. S. S. y subordinado.
J. Du Caylá.