11 de junio de 1812.
Mi general:
Hemos sido atacados esta mañana á las 8; son las once y el enemigo se retira; en número de 300 ha atacado especialmente con gran vigor la retaguardia, donde estaban colocados los franceses. Tengo que lamentar algunos muertos y también algunos heridos que envío á V. E. suplicándole los recomiende á los cuidados de M. Meyer, á quien escribo dos palabras. Mañana tendrá V. E. una relación más circunstanciada del éxito obtenido por estas tropas.
Suplico á V. E. me envíe inmediatamente en la lancha 20 cajones de 12 cartuchos de cañón de 4,100 planchas de hierro, 13 mil cartuchos de fusil, aguardiente y galletas.
Tenemos prisioneros, heridos y muertos del enemigo.
Espero un segundo ataque. Han sido tantas las personas que se han portado bien, que tendré que pedir algunas gracias.
El enemigo se ha presentado con una pieza de artillería. Envío á V. E. un voluntario francés que le hará verbalmente una relación de cuanto ha ocurrido.
Tengo el honor de ser vuestro affmo. servidor y subordinado:
J. Du Caylá.
P. D.— He perdido algunos individuos de la división de voluntarios. El teniente Okonoé del batallón de Barlovento ha sido muerto.