Valle, 5 de julio de 1812.
Muy señor mío y venerado dueño: La grande aflicción en que me hallo y en que jamás me he visto, sin tener el menor amparo, me obliga á tomarme la satisfacción de molestar el afectuoso cariño con que siempre me ha mirado, sin el menor mérito, sólo sí, por un simpático aprecio (permítame Vm. que así lo diga), y esta confianza me hace suplicarle se digne favorecerme con su valimiento para con el señor comandante general por quien estoy preso sin otro motivo (gracias á Dios) que el general de ser europeo, aunque mi estada de 18 años y establecimiento acreditado, con una familia tan dilatada y ocho tiernos hijos; pues la mayor tiene 11 años, deben hacerme un verdadero patricio y eximirme de esta prisión (como lo fui ahora dos días) habiéndome, sin salir de mi amada familia vuelto ayer á prenderme. Enfermo de la pierna que en servicio de la patria me quebré, como es público á todos los de esa ciudad, y quedado mal curado con una erisipela reventada por tres partes, de lo que me han curado todos los más de esos cirujanos, y con ella enferma, me he ejercitado en el empleo de la formación del muelle de la Guayra, hasta concluir lo más preciso para su susistencia y también en la formación del plano de la población nueva desde la alcabala de la Vega para el empedrado comisionado por el tribunal que acabó y en lo que me agravé sumamente como lo vió don Feliciano Palacios, en cuya compaña se formó.
Expuesto todo esto y que yo no tengo (vuelvo á decir) otro consuelo que el de Vm. Pido por la salud de su señora esposa y queridas hijas, haga la caridad de consolarme, á mí y á mi afligidísima esposa é hijos, la que será la portadora, haciendo presente cuanto estime conveniente para mi libertad, aun cuando solo sea para buscar en esta el sustento necesario para mis hijitos y demás familia que no tienen en el día otro consuelo que el mío y el que Vm. Se digne hacer por ellos, en la pública y notoria inteligencia de ser inocente como he dicho, de que podrá asegurarlo bajo mi vida y de que quedará sellado este agradecimiento en mi corazón hasta el fin.
Deseo á Vm. Las mayores prosperidades y que el Señor le conserve su vida dilatados años, quedando de Vm.
Su atento y seguro servidor
Q. B. S. M.
Pedro Carranza.
Dispense Vm. El papel y demás, pues no hay con que cortarlo