Documentos 1811-1816

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Excmo. señor: Siento como debo la insensatez, arrojo, desconcierto, falta de política y de caridad cristiana que respiran el manifiesto y proclama de que V. Excia. se sirve incluirme una copia, forjados por el común error de esa ciudad, y tal vez esparcidos por las provincias comarcanas; y al mismo tiempo me satisfago sobremanera de la carta retractatoria, satisfactoria y confirmatoria del actual sistema venezolano» de la cual también V. Excia. me incluye copia, que el P. Fr. Pedro Hernández le dirigió á nombre suyo y de los demás religiosos desde Guacara con fecha 15 del mes próximo pasado. Entreveraciones que da el hombre, pasando del error al reconocimiento, convicción y arrepentimiento íntimo; y que puestas á discreción de un genio regenerador, libre y esclarecido, como el de V. Excia. podrán servirnos infinito para asentar el edificio político, hermosearlo y ampliarlo. Alexandro, excmo. señor, semper bello sed post victoriam clarior, según nos dice su historiador Quinto Curcio. El profeta Elíseo, después que el rey de los israelitas hubo triunfado de los Sirios en la Samaría, le aconsejó: "Non percuties, sed pone panem et aquam coram eis, ut comedant, et bibanl, et vadant ad dominium suum". Saúl, vencidos los Ammonitas, previno á sus tropas: "Non joccidetur quisquam in die hac, quia hodie fecit dominus sálatem in Israel". Un príncipe nunca se ostenta más glorioso, amable y deseable de sus enemigos que cuando usa con ellos de la clemencia y generosidad. Sea, pues, la victoria de Valencia la gran época de regeneración, unión y felicidad por el genio de V. Excia., su vencedor, pacificador y creador; y sean los principales reos, mayormente todos los eclesiásticos, así regulares como seculares, perdonados á impulso de la natural clemencia y previsión de V. Excia., ó bien entregados á mi libre disposición; y para entonces protexto á V. Excia. y al mundo entero, que sacados del error voluntario ó involuntario, verdadero ó supuesto en que hayan estado, de que los haré utilísimos por el verdadero camino de la religión, al Estado Venezolano, á sus bienhechores, al próximo y a todas nuestras provincias. Porque, señor, como V. Excia. sabe, en los casos de hallarse preparados los pueblos, siempre se verifica lo que nos dijo Virgilio: "scinditur incertum studia in contrario, vulgus". Cada partido toma por norte la religión, tirando por lo regular á hacer prosélitos y mártires' más de opinión, que de religión; ésta, obra como espada en manos de un ilustrado, ó inexperto general: y como quiera, llegando la conmoción á tal, ya no se acierta con la razón: los que dan á ella son pocos; su voz no es oída: Troya tuvo un Capis que previese las desgracias que entrañaba el caballo, y solo hubo el sacerdote Lacoonte que levantase la voz diciendo: "O miseri, quoe tanta insania cives?" al ver la multitud inclinada á introducirlo en la ciudad; y ninguno fué oido. Por cuyas otras consideraciones, es, señor excmo., que yo me prometo de las notorias bondades de V. Excia. que se dignará mediar eficazmente al efecto de que queden perdonadas las vidas de tantos reos, mayormente eclesiásticos, ínterin que circulo las órdenes más severas á mis venerables curas de esos distritos, para que pesquisen, recojan y me remitan, ó quemen todas las copias que pudieren encontrar de semejantes papeles subversivos del buen orden y de la tranquilidad pública, renovándome enteramente a su disposición en todo y cuanto me reconozca útil, y rogando á Dios guarde por muchos años la importante vida de V. Excia., como se lo desea Su más atento servidor y capellán. Q. B. L. M. de V. Excia. Narciso, Arzobispo de Caracas. Caracas, 4 de septiembre de 1811.