Guaira, 9 de julio de 1812.
Mi querido Carlos:
Según te signifiqué en mi anterior de este día pretendía que la ocurrencia con Peña no trascendiere nunca á conocimiento del general; pero la conducta que ha observado éste, de esta mañana acá, me hace pensar ya de otro modo. Este hombre comía en mi mesa, y en todos los asuntos nos entendíamos á la voz: hoy se ha excusado de venir á comer, y para todo se ha propuesto hacerme perder el tiempo (precioso para mis ocupaciones) en oficios y contestaciones dando á la ley marcial una arbitraria interpretación, y manifestando en todo un declarado rompiente á que opondría mi prudencia en obsequio á los deseos del general á no ser que se tratase, como sucede con un hombre demasiado orgulloso y amigo de su opinión, y que para conseguirlo necesitaría sacrificar mi precioso honor. La adjunta copia te impondrá de su decidida disposición á chocar contra el liberal sentido de aquella ley aprobada por el general, y como en este concepto puede llegar un momento en que nuestra discordia tenga alguna sensible trascendencia á un vecindario delicado en las presentes circunstancias, quiero enteres de todo al general haciéndole presente que pues ha llegado á su colmo tan sensible ocurrencia necesitábamos ambos de un corte que asegure de antemano la general é individual tranquilidad, pues estoy firmemente persuadido que no es posible continuemos cumpliendo con los objetos que se ha propuesto el jefe supremo que nos ha destinado. Su presunción, sus opiniones condicionales sobre su alianza al general, su poca gana de consultarme en calidad de asesor, y últimamente su pretendida preponderancia y carácter mezquino me han hecho sufrir bastante antes de ahora; pero las ulteriores ocurrencias exigen no más sufrimiento, y en consecuencia te repito que pues debe cortarse un lance se releve á uno de los dos de su comisión, pues de otro modo y perseverando en su insultante conducta no será extraño lo encuentren Vds. Un día en ese cuartel general.
Acaba de fondear un bergantín americano, no ha vuelto la visita en tierra; pero lo dirá el parte que será conducido por este posta.
No ocurre otra cosa hasta ahora y queda á tu disposición este sincero amigo
Casas.