Quartier GaI. de Valpont fauxbourg de Visé, 16 fer.—7 h. du soir.
RaR.
Cher General, nous avons quitté á midi, Le Gal. Néstor & moi, Munster, Pielsen, & nous avons dirige notre route sur Maestricht, en visitant tous les postes sur la route. notre Détachement Etoit composé du GaI., du Lieutenant Colonel de Gendarmerie halles, de son adjoint, de 3 gendarmes, de six Dragons, de mon chasseur d'ordonnance, du Baron de hast patriòte Liegois, notre Guide, & du Commissaire national — á notre dernier poste, á 1 lieue de maestricht, nous avons pris 8 hommes de Cavalerie, & un officier pour soutenir nos derrieres, á proteger notre retraite, En cas que nous fussions poursuivis par des forces supérieures. arrivés a 200 toises du Glacis de la Place, nos deux vedettes se sont postees á 50 toises du Glacis d'oú Elles ont salué les videttes hollandoises; le peuple de Maestrich est monté sur les remparts pour nous voir; & je me suis permis d'Embrasser 3 ou 4 paysannes hollandoises sortant de la ville, sous le canon de la Place — nous nous sommes beaucoup infórmeos de ce qui se faisoit dans la ville: les rapports ont Eté unniformes qu'on travailloit aux fortifications, & comme nous savions qu'aucun corps de cavalerie n'Etoit disposé á nous poursuivre, nous avons prolongó
Cuartel General de Valpont. Suburbio de Visé. 16 de febrero, a las siete de la noche.
Querido General:
El General Néstor Chancel y yo hemos dejado a las doce MunsterBilzen y hemos dirigido nuestra ruta hacia Maestricht, visitando todos los puestos al pasar. Nuestro destacamento estaba compuesto por el General, por el Teniente Coronel de Gendarmería Hallé; su adjunto, tres gendarmes, seis dragones, mi ordenanza; el Barón de Heusch, patriota liejense; nuestro guía, y por el Comisario Nacional. En nuestro último puesto, a una legua de Maestricht, hemos tomado ocho hombres más de Caballería y un oficial, para ponerlos en la retaguardia y proteger nuestra retirada, en caso de que fuésemos perseguidos por fuerzas superiores. Habiendo llegado a 200 toesas del glacis de la Plaza, nuestros dos centinelas a caballo se apostaron a 50 toesas del glacis, desde donde saludaron a los centinelas holandeses. El pueblo de Maestricht subió sobre las murallas para vernos, y me permití abrazar tres o cuatro campesinas holandesas, que salían de la ciudad bajo el fuego de cañón de la Plaza. Nos informamos mucho acerca de lo que se hacía en la ciudad. Los informes fueron los mismos: "que se estaba trabajando en las fortificaciones", y como sabíamos que ningún cuerpo de Caballería estaba dispuesto a perseguirnos, prolongamos