Colombeia

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24 de mayo Me fui a la hora convenida a Lincoln's Inn y ya encontré allí a Nepean y al señor Vt que me aguardaban. Nepean estuvo muy amigo, recordándome el que nos habíamos visto antes, etc. y entramos luego en materia. Comenzó por echar todo el desfavor posible en el asunto, bajo el pretexto de no sacrificar las vidas de los que iban allí si la cosa no parecía racional y probable. En fin, que él no concebía cómo la Inglaterra, que no tenía ningunas tropas disponibles en este momento, podía aprontar un cuerpo suficiente para aprestar lo que se pretendía, aún cuando no fuesen más que 2.000 hombres. Por lo que miraba a la Marina, era cosa que él no concebía el cómo ésta pudiese cooperar en nada, etc., etc. Cuando hubo acabado, yo comencé a responder las objeciones y a mostrar que con seguridad de los que iban a la empresa, un cuerpo el más pequeño de tropas se podía desembarcar en Coro y de aquí por los Valles de Aragua penetrar hacia Caracas, reforzándose de gente y de caballería en número suficiente a poder hacer frente al Gobernador de la Provincia, si como se suponía el Pueblo estaba descontento y predispuesto para reclamar su Independencia. Y si, además de esto, una Fuerza marítima Inglesa cooperaba amenazando de un ataque la Guaira y Cumaná, etc. Entonces convino con mucha sinceridad que esto le parecía practicable, fácil y grande en su sus resultados y que así, lejos de oponerse por su parte, se alegraría de cooperar con todo su influjo y que si yo le pasaba una memoria de este Plan en los términos propuestos, se ocuparía sin pérdida de un momento en aprontar todo para que yo partiese del 8 al 19 del mes próximo cuando más tarde. Que éste había siempre sido su Plan favorito, mas que nunca había visto una operación propuesta tan simple y clara en su ejecución; y así se despidió para ir a trabajar. Yo quedé un poco con Vansittart que estaba tan contento de ver convencida la repugnancia de Nepean y que se rendía a mis razones. Me dijo que no era decible el interés que Lord St. Vincent tenía en que se llevase a ejecución esta empresa y que él pronosticaba muy bien de todo. Quedó convenido que se me daría aquí un empréstito de más que las 2000 libras y que se me abriría un crédito en las Islas suficiente a mover nuestras operaciones. Que Turnbull, puesto que se le había dado tanto conocimiento en los asuntos, sería el encargado. Díjome Nepean también que los españoles tenían en el mar del Sur dos Corbetas de guerra con que habían perturbado algo los pescadores Ingleses y que la Habana estaba bloqueada por la Escuadra de (ilegible), para que el dinero que allí estaba no viniese a España.