Colombeia

No disponible.
2° La necesidad de nombrar una persona de confianza y juiciosa que estuviese cerca de mí para informar progresivamente los acontecimientos. El Capitán Rutherfurd, que V. había nombrado [respondió] no se encuentra y yo le ofrecería a V. un pariente mío que justamente ha ido a la Martinica, el Brigadier H. Vansittart, que aún habla el español. Convenido. 3° El modo que debíamos adoptar para el pagamento de lo que nos prestaba en todo género la Inglaterra. Nada más queremos, dijo, sino salvar su País de V. y el nuestro, y que a la Escuadra y tropas nuestras se les dé víveres para el consumo y una gratificación para los oficiales y tropas que hubiesen servido al fin de la Guerra... ¡noble y generosamente, respondí! 4° Que se cuidase de prevenir el Lord St. Vincent para que se tuviese sobre la reserva con Lord Wycombe, por causa de Smith; muy bien. 5° Que se previniese a Lullin, en el Alien Office, para la reserva, etc., y convinimos también, por mi proposición, que cuántos extranjeros viniesen allá trajeran una recomendación de este Gobierno o de nuestros agentes, antes de ser admitidos en la confianza o servicio de nuestro País. Lo que le pareció una medida sumamente prudente y sabía. En fin, convinimos en que el señor Turnbull fuese a verle hoy temprano a la Tesorería o si no a su casa en Lincoln's Inn, a las 4 p.m. sin falta. Y nos despedimos muy amistosamente augurándome también que en todo acontecimiento contase con que el resto de las fuerzas que ahora se enviaban a Egipto, definitivamente irían a parar allá. Veo ahora que está de corazón en la empresa y de buena fe. 23 de mayo Temprano he enviado a casa del señor Turnbull a Vargas con carta. Este buen amigo acaba de llegar y por una de aquellas casualidades que no suceden en 20 años, mis cartas no las recibió hasta ayer. Se puso inmediatamente en camino y ha llegado esta mañana. Tuvimos una corta conferencia y se marchó a la Tesorería; luego volvió diciéndome que había visto al señor Vansittart y que éste le había dado rendezvous para su casa a las 3 y media, que era cuando ya habría visto a Milord St. Vincent. Fue a ver a Nepean y a este Lord, y convinieron en que yo fuese mañana a las 9 a almorzar con Nepean para arreglar el embarque y operaciones marítimas, lo que me pareció indiscreto pues era exponerme a ser visto... Me contó algunas tonterías de Smith y se fue. Por la tarde recibí la nota n°... en que el señor Vansittart había cambiado el rendezvous del Almirantazgo y combinado el que Nepean viniese a su alojamiento de Lincoln's Inn a almorzar y que yo me hallase allí para convenir del asunto. Esto me parece mucho mejor combinado.