mas de diez y seis millones de habitantes la reclama con justicia, con valor, y resolución!
Y ala verdad, entre tantos desastres como afligen la america meridional, no es un espectáculo satisfactorio para la humanidad, el ver tantas tribus valerosas de Yndios, que retrincherados en sus desfiladeros y selvas, gustan mas de una vida errante y precaria en los desiertos ó sobre las cimas de los Alpes Americanos, que el someterse alos verdugos de sus familias?
Enfin juntaos todos bajo los estandartes déla libertad. La justicia combate por nosotros, y si la parte mas sana de la Europa aprobó el denuedo con que los Holandeses se substrajeron alos furores del Duque de Alba, y ala política homicida de su amo: Si déla misma manera favoreció con sus deseos la emancipación del Pueblo Portugués: Si también aplaudió desde sus principios ala independencia de la America Septentrional, como puede rehusar su aprobación ala délos pueblos déla Américameridional, victimas de atrocidades y de atentados desconocidos alas demás naciones?
Movidos pues de estas consideraciones y de un sentimiento de honor y de indignación, vosotros nos encargasteis de solicitar auxilios para destruir esta opresión deshonrosa é insoportable. Estos auxilios están aqui. Las Fuerzas marítimas y terrestres que me acompañan vienen á favorecer vuestros designios: No hallareis en ellos sino unos amigos generosos que solo serán temibles á vuestros enemigos; esto es, alos enemigos de la sana libertad, y de la Yndependa americana. Ellos abjuran
de más de dieciséis millones de habitantes la reclama con justicia, con valor y resolución.
Y a la verdad, entre tantos desastres como afligen la América Meridional, no es un espectáculo satisfactorio para la humanidad el ver tantas tribus valerosas de Indios que, retrincherados en sus desfiladeros y selvas, gustan más de una vida errante y precaria en los desiertos o sobre las cimas de los Alpes Americanos, que el someterse a los verdugos de sus familias.
En fin, juntaos todos bajo los estandartes de la libertad. La justicia combate por nosotros y si la parte más sana de la Europa aprobó el denuedo con que los Holandeses se sustrajeron a los furores del Duque de Alba y a la política homicida de su amo; si de la misma manera favoreció con sus deseos la emancipación del Pueblo Portugués; si también aplaudió desde sus principios a la independencia de la América Septentrional, ¿cómo puede rehusar su aprobación a la de los pueblos de la América Meridional, víctimas de atrocidades y de atentados desconocidos a las demás naciones?
Movidos pues de estas consideraciones y de un sentimiento de honor y de indignación, vosotros nos encargasteis de solicitar auxilios para destruir esta opresión deshonrosa e insoportable. Estos auxilios están aquí. Las Fuerzas marítimas y terrestres que me acompañan vienen a favorecer vuestros designios. No hallareis en ellos sino unos amigos generosos que solo serán temibles a vuestros enemigos, esto es, a los enemigos de la sana libertad y de la Independencia Americana. Ellos abjuran