par l’histoire des peuples qui ont brillé dans l’antiquité et dans les temps modernes, vous n’oublierez jamais que si une bonne cause produit de bons effets, de même un principe impur doit nécessairement conduire à de sinistres résultats.
Désirant donc garantir notre pays des funestes effets de l’anarchie et préserver notre heureuse émancipation pure de toute démarche violatrice du Droit civil, de la Justice et de l’ordre public en général, nous proclamons et invitons nos illustres Compatriotes à sanctionner les articles suivants:
Art. 1
Les cabildes et ayuntamientos des provinces et états composant les colonies du continent colombien enverront sans délai au quartier général de l’armée des députés pris parmi les regidores ou les autres citoyens de la province. Ces députés indiqueront un endroit à leur choix pour s’y réunir et former un congrès provisoire, qui s’occupera immédiatement d’un gouvernement provisoire qui puisse nous conduire à une sage Liberté et à l’indépendance du pays.
Art. 2
La religion catholique, apostolique et romaine, dont le Pape est le chef, restera
la historia de los pueblos que han brillado en la antigüedad y en los tiempos modernos, nunca olvidéis que así como una buena causa produce buenos efectos, asimismo un principio impuro ha de llevar necesariamente a siniestros resultados.
Deseando entonces garantizar nuestro país contra los funestos efectos de la anarquía y mantener nuestra feliz emancipación pura de toda acción violadora del derecho civil, la Justicia y el orden público en general, proclamamos los artículos siguientes e invitamos a nuestros ilustres Compatriotas a que los sancionen:
Artículo 1:
Los cabildos y ayuntamientos de las provincias y estados que componen las colonias del continente colombiano enviarán sin demora al cuartel general del ejército diputados escogidos entre los regidores o los demás ciudadanos de la provincia. Dichos diputados indicarán un lugar de su escogencia para reunirse y formar un congreso provisorio que se ocupará inmediatamente de hacer un gobierno provisorio que pueda conducirnos hacia una sabia Libertad y a la independencia del país.
Artículo 2:
La religión católica, apostólica y romana, de la cual el Papa es el jefe, seguirá siendo