cortos medios lográsemos la empresa; que Picton entretenía correspondencias con el continente opuesto, sin embargo, y que allí parece que estaba Gual y otros; que el General Trique me ayudaría mucho y que seguramente yo encontraría muchos efectos, de los que me faltasen ahora para el completo de lo que me pedía, en aquellas islas. En fin nos despedimos muy amistosamente, recomendándole yo la reserva pues la España tenía aquí sus espías dentro de las mismas Secretarías del Gobierno, y también la Francia. Nos dimos cita para mañana.
19 de mayo
Temprano envié noticia a Turnbull del resultado de ayer para que viniese inmediatamente a verme, mas cuando Vargas llegó con mi carta halló que a las 8 a.m. se había marchado con su familia para SouthEnd. ¡Qué singular capricho éste, sin aguardar a saber el resultado de un negocio tan importante! ¡Dios quiera que ello no nos cueste muy caro!! En fin, le he escrito para que se venga cuanto antes y que no perdamos un momento de tiempo. He recibido el billete n° 6 del señor Vansittart avisándome que el Estado de los efectos militares y tropas que yo necesito se ha presentado a la junta que debe aprontarlos, mas que no habiéndose podido reunir hoy se ha remitido a mañana, cuando me dará respuesta y así remitimos la cita para entonces. En el intermedio me he ocupado en formar un Estado más completo y reglado de lo que yo necesito, remitiéndoselo con carta (n° 4), para que sepa también el motivo por qué el señor Turnbull no ha aparecido aún en la Tesorería. He hecho venir al señor Middleton y conseguido que me lo ceda mi amigo el General Melville, para mi secretario. Ya le he hecho correr en aprontar lo que necesito para mi partida.
20 de mayo
Temprano he enviado a Vargas a la Tesorería para que el señor Vansittart tenga con tiempo los nuevos Estados que he formado ayer y por la noche me fui a la hora asignada a verle, encontré la llave en la puerta y una vela allí sin que hubiese un alma en la casa. Entré y me estuve allí leyendo hasta las 12 de la noche que, viendo que nadie venía, le escribí un billete que dejé sobre la mesa y me vine a casa. Los debates del Parlamento se han