Colombeia

No disponible.
prolongado hasta muy tarde y ésta ha sido la causa. 21 de mayo He recibido carta de Turnbull en que me dice no haber recibido aún carta mía ¡cosa bien singular! si no es que Vargas haya hecho algún disparate al ponerla en la posta. En fin he escrito a Vansittart intimándole que esta noche a la misma hora pasaré por su casa. Ya tarde me ha hecho avisar éste que no puede verme esta noche a causa del Parlamento y así he aprovechado el tiempo para ir a ver el equipaje y cosas que necesito en mi viaje. A Turnbull he escrito (ilegible) sobre su ida precipitadamente y sin aguardar el resultado de mi conferencia y sobre que se viniese cuanto antes. 22 de mayo Me he levantado temprano y bien inquieto de que no llega Turnbull. Le he escrito para que en el momento que llegue venga a verme. Mas el compañero a quien dije llevase la carta no lo juzga a propósito, y así he tenido que enviarla con un mensajero. Esta es ya la tercera o cuarta de la especie. Dios quiera que ello no acabe en peor. Me trajo por respuesta el mensajero que Turnbull aún no había llegado pero que le aguardaban. A eso de las 3 p.m. me ha enviado Vansittart un criado diciéndome que si puedo venir esta noche, que él me aguarda sin falta a las 9 y media. En efecto estuvo muy puntal y con muchísima amistad y cariño me dijo: pues amigo, todo lo que Vmd. pide está pronto, mas como en Portsmouth no se halla lo que V. necesita es menester que se lleve allá de la Torre y así se está ya transportando todo con la mayor prontitud. Solo siente Milord St. Vincent que no se le pueda poner a V. a la vela hasta el 6 u 8 de junio. Quiere este también que V. indique en qué puertos o de qué modo la Escuadra que está en las Islas, compuesta de 8 navíos y 12 fragatas, puede cooperar a esta empresa. A que respondí con señal de reconocimiento y deseando para el efecto tener una entrevista con el Almirante mismo. Muy bien me respondió, esto es también lo que él desea y así veremos mañana con el señor Turnbull cuando se verificará esto. También añadió, el señor Addington desea el ver a V. y así haremos que todo se consiga sin que se haga notorio. Proseguí haciéndole varias cuestiones: 1° si convenía dar algún conocimiento de la empresa ésta al señor King. Y me respondió, en este particular V. es el mejor juez y así lo dejamos a su arbitrio de V. en el supuesto de que si pudiésemos atraer la América toda a nuestra amistad, nos alegraríamos infinito.