cado el Tratado... Tanto mejor para nuestro Proyecto, añadió, y solo pido a V. que tenga un poquito de paciencia.
Hablando de Santo Domingo me decía que esta colonia vendría a ser a la Paz lo mismo que Argel si no se destruía la Negrería y que para esto se necesitaba un Cuerpo de Tropas Rusas que solo podían ejecutarlo. Ayudados (añadí yo) de los mulatos y negros del continente cuando estemos independientes nosotros. Me preguntó después si conocía al Príncipe de la Paz y si era hombre de espíritu. No, le respondí, mas creo por lo que he oído que no le falta capacidad y audacia, aunque no está en buen concepto con el público español ni con el Gobierno en Francia.... Me preguntó también si era cierto que Pétion había acabado su vida como se decía y que le parecía que había sido uno de los hombres más perniciosos en la Revolución, con un carácter hipócrita, etc. Es muy cierto, le dije, que había trágicamente muerto como se decía pues había yo visto la prueba en manos de su mujer; mas era muy incierto que su carácter fuese hipócrita ni mucho menos un hombre violento o ambicioso. Su natural, añadí, era pacífico, moderado y muy desinteresado; ahora, si se oyen los emigrados, es todo lo contrario. Y convino que ambos Partidos no habían hecho sino exagerar y que los franceses sobre todo se deleitaban en hablar mal de otros con singular (ilegible). Me dijo que Malouet estaba perseguido en Francia y que ni aún en la frontera lo querían permitir. Y aún me preguntó si creía yo que viniese; a que contesté afirmativamente, por lo que él me había asegurado. En fin, nos despedimos quedando en que dentro de dos o tres días me daría algún aviso. Le dejé la dirección de Rutherfurd para que lo hiciese buscar.
4, 5 y 6 de julio
Escribiendo y preparando papeles y cosas para mi empresa. He sabido que Lord Wycombe, que se preparaba a ir al Continente atravesando la Francia en la suposición de que se concluiría la guerra por medio de las negociaciones, ya se había resuelto a quedarse aquí con motivo de que dichas negociaciones no prometían la menor esperanza de paz por lo presente; cuya noticia podría muy bien haber obtenido por el Comisario Otto, con quien está algo liado, y esto ha animado mis esperanzas.
7 de julio
Escribí mi nota (n° ll) al señor Vansittart quien me respondió por la suya (n° 10) asegurándome que Bonaparte se rehusaba a firmar el Tratado entre Portugal y la España, lo que anunciaba la resolución de subyugar enteramente el Portugal, etc., y que así ¡podía yo aguardarme a recibir avisos importantes sobre este particular]… cuya noticia ha resucitado mucho mis esperanzas.
8 de julio
Trabajando todo el día en mis asuntos y por la noche a eso de