Colombeia

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Santo Domingo, llamado Pitre, que está aquí actualmente? Muy mal, le dije, pues sería ir a promover los mismos desastres y el mismo sistema que en Santo Domingo... También yo soy de esta opinión, me replicó él entonces. Prosiguiendo, me añadió: ¡sabe V. que querrían que no se ingiriesen Vms. ni en el Brasil ni en las Colonias Holandesas del Continente y aún en Buenos Aires hasta el Cabo de Hornos! Nada es más justo y conforme a mis ideas que respetar el derecho de los otros si queremos que los demás respeten el nuestro y así que los Portugueses y Holandeses hagan lo que gusten, esto no nos toca a nosotros; mas ¿que se le diga a Buenos Aires: tú serás excluido de la Confederación Americana y destinado a llevar el yugo español sólo? Esto no es ni justo ni racional ni practicable... Cierto, me replicó él entonces; pero ¿sabe V. añadió que aún se trata también de que se dejen fuera de cuenta México, el Perú, Chile, etc., y que en su manifiesto de V., no se trate sino de Caracas y Santafé? Cosa curiosa sería esto, por cierto, le repliqué, pues el Papel que se tiene ya impreso para apoyar el manifiesto es justamente escrito por Viscardo, natural de Arequipa, y Chile es una Provincia que se considera como el Boston de aquellas colonias, un punto de Independencia... También tienen sus dificultades, a lo que parece, en poner las tropas bajo su mando de V. ínterin que no se haya formado un Gobierno y éste le haya nombrado a V. por Comandante General. Y hasta entonces ¿quién dirige los negocios o planea los asuntos Políticos y Civiles? Este es el embarazo, me replicó. Pues adiós amigo, hasta mañana, le dije. Y nos separamos a eso de medianoche. 20 de julio A las 8 de la mañana cambiamos alojamiento, y el resto del día lo he pasado en arreglar mis cosas, estudiar el griego y meditar la Revolución Colombiana. Vino el Dr. Shirreff a eso de las 8 p.m; en gramática y leí el Nuevo Griego Testamento; estuvimos hasta las 10 p.m. Poco después llegó Rutherfurd informándome que había visto esta mañana al señor Sullivan; que se había hablado largamente sobre mis asuntos y que había percibido que se intentaba enviar una persona de alta jerarquía (él