8 de agosto
Ruther ha visto a Vansittart que le asegura que todo va muy bien y que el retardo pende solamente de un punto que es necesario se decida en el Consejo la semana próxima, acerca del mando de las Tropas Inglesas al tiempo del desembarco, y que esto resuelto partiríamos luego dentro de cuatro o cinco días. Esto monta a lo mismo que dijo Nepean a Turnbull. Dios quiera que no tengamos que sentir de la altanería y avaricia de esta nación.
9 de agosto
Trabajando en mi griego y sin saber nada de mis negocios. Nepean le ha dicho a Turnbull que me diga que es menester que yo pase un día entero con él antes de partir de aquí... muy bien.
10 de agosto
Nadie ha aparecido ni yo he sabido una palabra de novedades; mi griego va adelante y me alivia soberanamente.
11 de agosto
Rutherfurd ha estado aquí esta mañana y me dice que Lord San Vicente le asegura que todo está a punto por su parte, con seña de disgusto por su parte de que la expedición se dilate a causa de pequeños intereses personales. Mas no le ha dicho otra cosa. Me asegura también que se ha apercibido que los Ministros cuidan mucho de que los hijos del Rey no sepan nada de nuestra empresa y así le he recomendado una suma circunspección en el particular.
Turnbull ha venido igualmente; hemos hablado sobre mis negocios y me promete de pasar mañana por casa de Nepean, Lord S. Vicente, Vansittart, etc. y traerme algunas noticias. Ha convenido hoy por la primera vez en que el Gobierno éste es malísimo intrínsecamente, mas yo no convengo (con él) en que una monarquía absoluta es el mejor. Me ha repetido también el dicho de Milord S. Vicente cuando, con motivo de la suspensión del embarco mío en el convoy de junio último, le dijo ¡era de lamentarse el que mi negocio no se hubiese emprendido un poco antes pues era el medio más eficaz de zapar por sus raíces las monarquía Española! Sentencia profunda y que me confirma en la opinión de que éste es el solo hombre de estado que compone el Nuevo Ministerio.
Rutherfurd vino por la noche trayéndome la buena noticia de que le habían autorizado a comprar las dos Prensas de imprimir que yo pedía y que estaban ya aprestadas.