Colombeia

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también Ediles quienes, como los de la Capital, estarán encargados del cuidado de las ciudades, edificios públicos, templos, acueductos, cloacas, etc., así como de los mercados públicos, pesos y medidas, etc.; revisarán igualmente las piezas dramáticas, antes de ser representadas, y tendrán ellos solos la dirección de Juegos y Fiestas Públicas. Los Censores tendrán también subdelegados en las Provincias, que estarán encargados de reclutar todos los Ciudadanos según la forma prescrita por los de la Capital. Y siendo transmitido puntualmente cada cinco años este Census, el gobierno tendrá una relación exacta de la población de todo el Imperio. Ellos examinarán además si un Ciudadano no cultiva bien su tierra; si vive demasiado tiempo sin casarse; si se ha comportado con valentía en la guerra, etc., etc. Los Incas serán responsables ante la Nación por todos los actos de su administración y a pesar de que sus personas sean sagradas e inviolables, durante el tiempo de la magistratura, podrán sin embargo ser investigados después por la alta Corte Nacional. El Poder Ejecutivo está esencialmente encargado de velar por la seguridad el censo de los Ciudadanos. Los Censores deben ser los guardianes de la moral y de las costumbres, que se desprecian demasiado en nuestra sabia Europa. Las buenas costumbres resultan casi siempre de la salvaguardia de los hábitos; es a su cambio perpetuo al que hay que atribuir la mayoría de los absurdos que afligen, envilecen y acabarán pronto por destruir nuestras naciones civilizadas. More… decían los Romanos, esta expresión tiene mucho sentido. ¡Ay, del Legislador que lo olvide!